Hace un par de años viendo unos videos sobre Japón en Youtube descubrí una tradición muy interesante que realizan los nipones durante los días previos al año nuevo. Dicha costumbre, en cuestión, se llama ōsōji (大掃除) o ‘gran limpieza’. La cual consiste en básicamente hacer una limpieza profunda del hogar, aunque también se aplica en escuelas, universidades, templos y sitios de trabajo.
Evidentemente, la razón detrás de esto no es solo la de limpiar y comenzar el año nuevo de cero en un ambiente más ordenado y armonioso, sino que, además, posee un componente espiritual y metafórico: se trata de limpiar tu mundo interno ya que para los japoneses nuestra relación con el exterior refleja gran parte de nuestro interior, es decir, los espacios que habitamos se parecen mucho a los espacios que nos habitan; si tu casa o habitación es un desastre, tu cabeza también lo será.
Limpiar no es solo una forma de “purificar” el alma, sino que también es una manera de agradecer lo que viviste y aprendiste estos últimos meses.
Por ejemplo, algo tan simple como limpiar los vidrios por cuestiones de higiene y valor estético, también posee un sentido simbólico: “un vidrio sucio nubla nuestra vista y nuestra visión del mundo”. Al limpiar tu espacio no solo te sientes mejor y más relajado, sino que lo vuelves tu propio santuario y lo bendices.
Se dice, además, que para recibir a los espíritus del año nuevo y la buena fortuna estos deben poder ser capaz de “moverse” en ambientes fluidos con una vibra positiva. De hecho, el 1 de enero no es recomendable limpiar porque estarías ahuyentando o “barriendo” a estos espíritus.
Investigando un poco, descubrí que esta práctica contiene sus orígenes en el Budismo, la cual es la segunda religión más predominante en Japón después del Sintoísmo.
Para los monjes budistas el Osoji es una práctica que se hace en silencio y con cuidado a diario ya que es una forma también de utilizar ese tiempo como una forma de meditación a través de dicho rito y así, volverlo más enriquecedor. Es una forma de mirar en tu interior e intentar descubrir quién eres.
En diciembre de 2017 practiqué el Osoji un día antes de año nuevo: limpié mi apartamento en profundidad y boté mucha basura lo cual fue algo revitalizador y me puso de buen humor. Este año planeo hacer lo mismo, pero he decidido que quiero ir un poco más allá y hacer mi propia versión del Osoji. Además de la limpieza se me han ocurrido otras ideas para depurar que van desde donar ropa vieja hasta vaciar el correo electrónico.
Evidentemente esto no se puede realizar todo en un día. Yo ya empecé a lo largo de este mes y he ido poco a poco avanzando.
Así que te dejo una lista de recomendaciones que puedes hacer para comenzar el año nuevo de la mejor forma posible:
A pesar de que Diciembre es el mes más consumista de todo el año y la mayoría de las personas solo derrochan dinero y se endeudan, pon en práctica solventar tus deudas o al menos parte de ellas. Esto también es parte del Osoji. Los japoneses piensan que si comienzas el año malgastando o con deudas, así será el resto. Págale lo más que puedas a tus tarjetas de crédito, organiza tus facturas y abona cualquier retraso pendiente ya sea del gas, la electricidad o el teléfono. Cancela cualquier suscripción o servicio que no utilices. Por último, antes de gastar solo por la ola frenética de compras este mes preguntante si realmente lo necesitas.
Curiosonamente, Yokoi Kenji es un colombo-japonés que tiene una serie de videos muy exitosos en Youtube en donde nos habla del éxito y la disciplina. Contando una de sus tantas anécdotas reflexiona sobre la ropa y los objetos viejos que ya no utilizamos y solo acumulamos: “es importante despegarse de cosas viejas para hacer espacio a las cosas nuevas”. Para Kenji, una persona de mente pobre es aquella que es incapaz de desprenderse de objetos que ya no utiliza porque en el fondo no cree que pueda ser capaz de alcanzar cosas mejores.
Elimina de tu vida aquella ropa que solo la tienes guardada “por si acaso”. Sé honesto contigo mismo y dona aquello que no utilices. Lo mismo con los “peroles”. Deshazte de objetos que solo ocupen espacio y no estén teniendo ninguna función relevante en tu vida. Te sentirás bien luego de hacerlo.
Todos tenemos un montón de fotografías y videos inútiles en nuestros smartphones hoy en día. Pero seamos sinceros: la mayoría es espacio ocupado de forma tonta en la memoria. Tenemos decenas de selfies. ¿Realmente es necesario tantas fotos de nosotros mismos? Borra aquellas fotografías repetidas, memes, imágenes tontas que te pasan por Whatsapp, etc. Lo valioso guárdalo en un disco duro y comienza tu galería de imágenes limpia para abrirle la bienvenida a nuevos recuerdos y momentos en 2019, ya que una de las principales funciones de nuestros teléfonos se ha convertido en almacenar parte de nuestra historia.
Haz lo mismo con tu computadora, formatéala. Puedes hacer esto como una especie de proyecto de un día o hacer un poquito cada día antes de fin de año.
Al igual que con tu móvil y ordenador, vacía tus correos electrónicos de información innecesaria y guarda lo importante. Limpia tu bandeja de entrada e imagina que al hacer esto tendrás mayor y más fácil acceso a lo importante, además de darle la bienvenida a futuros proyectos, puestos de trabajo, propuestas, etc.
Espero que estos consejos te sirvan y los pongas en práctica para comenzar un mejor año lleno de cosas positivas y más en calma contigo mismo.
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