Quiero hablarte de algo sumamente básico a la hora de comenzar a cuidarnos y es aprender a diferenciar qué tipo de piel poseemos para así saber cómo brindarle esos mimos que tanto necesita y cuáles son los productos más adecuados que van a funcionarnos.
Hoy nos enfocaremos solamente en la piel seca y la piel deshidratada, pero antes te daré un repaso breve sobre qué tipos de pieles existen y cuáles son sus principales características. Si deseas saber más sobre pieles grasas y cuales productos recomiendo, te invito a leer: APRENDE A CUIDAR TU PIEL GRASA + PRODUCTOS
Tipos de pieles. ¿Cual es la tuya?
Ahora bien, solemos pensar que tener la piel seca y deshidratada es lo mismo, pero no es así. Una piel puede ser seca, pero no deshidratada y una piel puede estar deshidratada y no ser seca. La principal diferencia entre ambas es que la piel deshidratada es una condición, NO un tipo de piel. Es decir, puedes ser de piel grasa o mixta y aun así tenerla deshidratada. Suena paradójico, ¿cierto?
Esto último, fue por mucho tiempo lo que yo creí acerca de mi. Tenía un concepto equivocado de cual era mi tipo de piel y estaba totalmente convencida de que era seca (sobre todo en épocas de invierno), ya que solía sentirla tirante, reseca y muy sensible a los cambios de temperatura.
Pero estaba equivocada…
A medida que fui aprendiendo un poco más, me di cuenta que mi piel no podía ser seca ya que se apreciaban puntos negros en mi nariz y también poros dilatados en al área de mis mejillas. Comprendí que mi piel era en realidad MIXTA, pero estaba deshidratada por falta de agua y por no utilizar los productos correctos, así que comencé a utilizar cremas especialmente formuladas para mi tipo de piel y a seguir una rutina, mejoré un poco mi alimentación, comencé a tomar mas agua y lo más importante, empecé a utilizar protector solar casi todos los días.
Con el paso del tiempo empecé a notar resultados: ya no sentía la piel tirante ni reseca y los poros de mis mejillas disminuyeron considerablemente. Lo mismo ocurrió con los puntos negros.
Pero, ¿Por qué se deshidrata realmente una piel?
Principalmente por falta de agua, pero entre otras causas también están la sobreexposición a la radiación UV, condiciones climáticas extremas, cambios en la temperatura, contaminación, algunas enfermedades, uso de productos agresivos y estrés. Todas estas son causas externas.
A diferencia de la piel seca, que siempre va a serlo independientemente de dichos factores externos porque es algo que va relacionado con nuestra genética. En estos casos la piel no genera suficiente aceite como para hidratarse a sí misma.
Te doy un ejemplo: mis instructora de belleza de una de las marcas con las que trabajé y tuve capacitaciones me contó que ella solía pensar que tenía arrugas prematuras, pero cuando acudió a una especialista, esta le comentó que no eran arrugas sino estrías por deshidratación. Luego de comenzar a usar cremas y mejorar ciertos hábitos de limpieza y salud, en unos meses desaparecieron por completo de forma natural.
La conclusiòn es que aunque tengamos una piel sana si esta recibe pocos cuidados, puede convertirse en un dolor de cabeza
¿Cómo diferenciamos una piel seca de una piel deshidratada?
Ambas presentan sequedad, opacidad, tirantez, tono apagado, picor, rojeces, descamaciones. Por esta razón se suelen confundir dichos términos, pero es fundamental aprender a diferenciarlos y conocer nuestra piel antes de comprar cualquier producto o iniciar una rutina de belleza.
Ahora que posees toda esta información. ¿Cual crees que es tu tipo de piel? ¿La has tenido deshidratada y te has confundido pensando que tienes una piel seca? Házmelo saber en los comentarios.
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